Barna y mi cámara del Móvil

By Fernando Pastoriza - diciembre 08, 2011

Hay días que te da tiempo a pasar por todos los estados posibles de ánimo.
Del aburrimiento a la algarabía,,de la tristeza a la alegría....Todo es posible,ya que la gente,como yo,que no hemos nacido en una ciudad,que no sabemos que se cuece en sus innumerables calles,en sus centros comerciales,en sus lineas de colores de diferentes transportes urbanos,en sus muchedumbres y en su millar de luces,la gente como yo,nos sentimos inmersos en una vorágine de sentimientos,de colores,de ruidos...
Somos como el aborigen recién sacado de su selva,y puesto en manos de la ciudad,donde sus pies desnudos no sienten la hierba o la arena,si no que de repente se encuentran con una superficie que no es reconocida por sus pies. La muchedumbre,masas de gente por las calles,arriba,abajo, diferentes culturas conviviendo entre si,diferentes idiomas mezclados,que se cruzan en tus oídos y producen confusión en tu cabeza,gente normal,que sale de su trabajo y corre al siguiente autobús,metro,ferrocarril o bicicleta.
Todo te induce a la velocidad,todo se hace deprisa,corriendo,y de repente,como en el ojo del huracán te encuentras inmerso en el medio de la gran ciudad.
Solo parece ser,que los que venimos de fuera,vemos mas allá de la velocidad.
Y entonces te das cuenta,de que no es todo tan bonito como podría parecer.
Siempre hay una fachada,detrás esta la realidad.